martes, 10 de agosto de 2010

El inicio: Demetri


Como no he podido escribir sobre Carlisle y sus aventuras con los Vulturis, les dejo este inicio sobre Demetri...espero les guste!!

En mis años como Vulturi nunca nadie me importo, no sentía nada cuando me alimentaba de la sangre de inocentes, me decía a mi mismo que eran ellos o yo, solo era mi forma de sobrevivir, solo una persona había llegado a importarme de verdad, pero ella nunca me perdonaría.

Que caso tenía salir de esta vida de comodidades si no podría estar con ella.

Hasta que un día todo cambio, la indiferencia fue sustituida por la desesperación, la apatía por el deseo de liberarla de cualquier peligro, mis lealtades cambiaron, por que nada tendría sentido si ella ya no estaba.

Los pasillos de la gran torre del reloj estaban desiertos, Heidi llegaría en los próximos días con nuevos aperitivos, después del festival de San Marcos la cuidad quedaba bastante vacía, podía vagar tranquilamente por ella sin que nadie me prestase demasiada atención.

-Demetri- escuche decir a Félix, podría decir que el era el único al que consideraba mi amigo de entre toda la guardia.

- Félix- dije a modo de saludo.

- debes tener cuidado- dijo en tono serio- existen algunos rumores sobre cierta relación que tienes con una vampira que a pasado a ser de la lista negra de Aro.

- no entendía a quien se refería, la única vampira con la que en realidad tenia una relación era Heidi, pero ella no podía estar en la lista negra ella nos traía los bocadillos.

- No se a quien te refieres- dije en tono desinteresado.

-¿Sabes quien esta de Visita. Teniendo una audiencia en estos momentos con Aro?- pregunto Félix

- No tengo por que saberlo- mi tono era cada vez mas aburrido.

- Yo creo que si te importaría- expreso

- Vas a decírmelo ¿ o no?- pregunte, me exasperaba cuando se ponía en esta actitud.

- Esta bien, pero deberías saber que le quitas la diversión a la vida.

Félix- dije esta vez mucho mas serio.

- esta bien se trata de una de las Rusas amigas de los Cullen- dijo sin mucho interés.

Sentí por primera vez en décadas, la primera chispa de real interés.

-Cual de ellas - pregunte con una frialdad que no sentía.

-No lo se para mi todas son iguales- decía Félix.

Me concentre para saber si era ella la que estaba en estos momentos con Aro, busque su aroma por toda la ciudad, pero en definitiva no era ella.

Su dulce fragancia no estaba en el aire, no era ella quien estaba a unos metros de mi, sentí el desencanto tan pronto percibí que era su hermana quien estaba en Volterra.

-¿Sabes a que ha venido?-pregunte a Félix.

-No estoy seguro, pero es algo relacionado con los Cullen, en cuanto Aro tomo su mano, pude ver que sea lo que sea que ella le dijo, es algo que el a estado esperando durante muchos años.

- la respuesta de Félix, me dejo intrigado, que yo supiera el clan Denalli era amigo de los Cullen, que podría decir Irina que fuera de interés para Aro, ella no dañaría a los Cullen.

-Nos vemos luego- dije a Felix

Me acerque a la sala de audiencias, tal vez no era ella quien estaba en la ciudad pero tal vez con algo de suerte sabría como estaba.

-Absoluta discreción- exigió Aro en tono serio, pude percibir que quien estaba con el era Jane.

- Nadie de la guardia puede saber mis intenciones, en especial Demetri- continuo Aro.

-A partir de ese momento no baje la guardia ni un segundo, si había algo que no debía saber, necesitaba investigarlo, sabia que Jane nunca me diría nada, pero trataría con Félix, esperaba que el supiera algo.

- Dime la verdad- pedí-

-No puedo Demetri, sabes como es Aro, y el pidió explícitamente que no se te informara de nada- dijo Felix con una sincera frustración, sabia que a el no le gustaba omitir la información al menos no a mi.

- te entiendo, pero no me gusta el no saber que se trama aquí.

- solo puedo decirte que estés muy atento.- dijo Felix antes de marcharse, quería exigirle que me dijera todo, pero no podía forzarlo, eso lo podría en peligro y no tenia ningún derecho a hacerlo, con cada palabra que me decía se ponía en evidencia con Aro.

No sabia como pero tenia que averiguar que pasaba, decidí que lo mas facil era preguntar directamente a Aro, así no metería en problemas a nadie mas.

Llegue a la torre donde Irina tenia su audiencia con Aro, en la puerta estaban dos guardias, las nuevas adquisiciones a la guardia Vulturi.

Bruno, Salvatore, dije a modo de saludo, ellos asintieron una vez con la cabeza, pero en cuanto trate de pasar la puerta me cerraron el paso.

-Que pasa?-pregunte.

-Lo siento señor, pero recibimos órdenes de no permitir ninguna intromisión en esta audiencia.

- esta bien- dije de mala gana, sabia que eso no era cierto, el único que tenia prohibido el paso era yo.

Tenia que descubrir como enterarme de lo que ocurría.

Vague por la ciudad con la esperanza de ver a Irina antes de que se marchara, tal vez podría sacarle alguna información.

No tenia razón para estar tan inquieto, el que su hermana estuviera en Volterra no quería decir nada, ella no tenia por que estar en peligro, aun así no podía dejar de pensar que algo malo se avecinaba.

-No deberías estar Vagando por la ciudad a estas horas- la voz de Jane venia de un callejón cercano.

- Y que mas podría hacer, si no soy bien recibido en las audiencias- dije mordazmente.

-Puede que no lo seas, pero esta a punto de amanecer y Aro no perdonaría que por descuidado te expusieras- dijo dulcemente Jane, aunque sabia de sobra que en ella solo su voz es dulce.

-No soy tan estúpido como para exponerme- replique.

-Y no debes hacerlo, al menos no ahora, cuando estamos próximos a salir de viaje, tal vez necesitemos la mayor energía posible-comento Jane.

- ¿Salir?- pregunte- ¿a donde?-

- Parece que alguien a osado crear un niño inmortal, nuestra ley los prohíbe, así que tenemos que ir a limpiar los desastres de otros como ya sabes.

Me causaba gracia que Jane hablara de ``niños inmortales'' y romper la ley, cuando ella apenas podía pasar a la categoría de adolecente, Aro espero el tiempo justo para poder convertirla a ella y a su gemelo Alec.

- ¿quienes lo crearon?-pregunte, no podía a imaginarme a alguien tan estúpido como para hacerlo.

- Los Cullen- dijo Jane poniendo una mueca de aburrimiento.

-¿quien es el informante? pregunte como si en realidad no me importara la respuesta.

-llego hoy, me parece que es de Alaska- dijo

-¿Estas segura? pregunte con mas interés del que debía haber mostrado.

-Pues claro, estuve en la audiencia, pero veo que te interesa, eso es nuevo en ti, nunca te había visto de este modo, dime ¿por que te interesaría lo que les pasara a los Cullen?-pregunto con su mirada clavada en la mía.

-No me interesa- dije rápidamente, en realidad era cierto lo que le sucediera a los Cullen no era asunto mío,- es solo que creí que el clan de Alaska era amigo de los Cullen.

-Pues al parecer la sangre animal, no te exenta de traiciones familiares- su tono seguía siendo desinteresado- debes poner muy en orden tus ideas Demetri, por que si algo no se perdona en esta ciudad es la traición.- dijo Jane ahora de manera amenazadora, sin duda me había hablado de todo esto, por que Aro la había enviado.

- No se de que me hablas- replique.-Mis lealtades siempre han sido muy claras.

-De verdad espero que eso sea cierto, por que después de tantos años, has empezado a agradarme. - dijo antes de dar media vuelta e irse.

Me refugie dentro de las torres del palacio Vulturi, el sol estaba en su esplendor, y no podíamos salir, ya que llevando las gruesas capaz de la guardia no pasaríamos desapercibidos, todo el día le di vueltas a las palabras de Jane, una parte de mi quería hacer el viaje lo mas pronto posible, para estar cerca , aunque sabia que ella no me quiere el solo verla era un placer al que había renunciado, la sola idea era seductora, no podía evitar querer tenerla a unos metros de mi.

Pero mi lado racional, me decía que este viaje no era lo mejor que podría pasar, los Cullen, no parecían ser de la clase que se rinde fácilmente, sin duda no seria nada tranquila la estadía en América.

Escuche pisadas cerca.

Demetri- dijo Félix- Aro solicita tu presencia-

No dije nada, Félix parecía incomodo, pero no le preste atención, por fin tendría frente a mi a Aro para hacerle mis preguntas.

Entramos en el gran salón, donde habitualmente Aro realiza las audiencias.

-Mi señor- dijimos Félix y yo al mismo tiempo.

-Pasen- dijo Aro- Félix puedes irte, necesito hablar con Demetri a solas.

Félix dio media vuelta y salió de la habitación, dejándonos solos.

Supongo que Jane, te ha informado las nuevas noticias- dijo Aro mientras se acercaba a mí lentamente.

- Así es- respondí

Entonces sabrás que después de la llegada de Heidi con la comida saldremos hacia América- Continua diciendo Aro.

- solo asentí con la cabeza.

- Debes tener cuidado, con lo que hagas una vez que lleguemos con los Cullen Demetri, se lo que sientes por Tanya, pero si esta con ellos en el asunto del niño inmortal, compartirá la sentencia como todos los responsables.

No aceptare muestras de debilidad, estas con nosotros o en contra, las leyes se hicieron para cumplirlas y si queremos preservar el orden es nuestro deber hacerlas cumplir.

-Lo se y no tendrá quejas sobre mi, mi lealtad no ha cambiado- dije, aunque por dentro me pregunte si en verdad eso era cierto, algo dentro de mi decía que al estar ella en peligro nada me importaría.

Mas vale no correr riesgos- dijo Aro.

Después de sus palabras Chelsea entro en la habitación y enseguida mi determinación menguo, me empecé a preguntar si vendría la pena ponerme en contra de todo por alguien que nunca me amaría.

Tal vez no, me conteste.

Dame tu mano Demetri- pidió Aro.

Extendí la mano derecha para así permitirle saber mis pensamientos, era la única forma de que el supiera si dio o no resultado la intervención de Chelsea.

Muy bien -dijo complacido- al parecer tenias razón mi querido Demetri, tus lealtades están intactas.

Después de eso los días pasaron rápido, al tercero de mi pequeña charla con Aro, Heidi llego con la comida.

Después del festín, Heidi se acerco a mí para hablar.

-Hola- dijo con un tono seductor.

- ¿que tal la caza?-pregunte

- nada fuera de lo normal, simples mortales que no saben resistirse a mis encantos, pero no hablemos de eso, tengo una mejor idea para pasar el tiempo.- se acerco a mi

La bese, y comencé a pasar mis manos por su cuerpo, ella reaccionaba a mis caricias, el estar con Heidi era solo un pasatiempo, tanto ella como yo sabíamos que solo era pasión, yo sabia que nunca amaría a nadie que no fuera Tanya.

-¿Cuando salen para América?- pregunto.

-Mañana.

- Que lastima, no tenemos mucho tiempo entonces, seguramente tendré que salir por mas comida, para cuando ustedes regresen- comento Heidi.

El viaje fue tranquilo sin contratiempos aunque tardamos varias semanas en llegar a Forks, la desventaja de viajar solo de noche, me extraño las esposas también participaran en el viaje, por la experiencia que había adquirido en mis años con la guardia, esta era la primera vez que salían de la ciudad por un asunto de esta naturaleza.

Pude ver a Irina entra los viajeros, ella no parecía poner atención en mi, pero yo no podía evitar centrar la mía en ella, se veía asustada, la entendía su destino no estaba mas a salvo que el de todos los Cullen, quise acercarme y darle algo de apoyo, pero esa no seria una buena idea.

En cada ciudad a la que pasábamos Aro se encargaba de esparcir el rumor sobre el niño inmortal, entre mas testigos sobre como los vulturis hacían que la ley se cumpliera mejor.

Cuando llegamos a la península de Olimpyc nuestro número era mucho mas elevado.

La mañana era helada, los Cullen nos esperaban pero no estaban solos, supe que ella estaba ahí incluso antes de poder verla, su aroma llego a mi como la helada nieve que cubría todo a nuestro paso, cada parte de mi reacciono en cuanto percibí su cercanía.

Entonces entramos en el claro.

Había 34 vampiros esperando nuestra llegada, la tensión era palpable en el aire, pude ver como cambio su expresión al ver a su hermana en nuestras filas.

- Creí prudente decirte que si cometes algún error, ella lo pagara muy caro- dijo a mis espaldas Jane.

La idea de ver a Tanya bajo uno de sus devastadores ataques aparto de mi cualquier intención de traicionar a la guardia.

Aro hablo con los Cullen, al parecer la niña no era del todo vampira, podía crecer y desarrollar conciencia, así que la idea del peligro en el que expondría a nuestra especia quedaba descartada, aun así Aro no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de debilitar al aquelarre mas extenso después del de el mismo.

Todo parecía solucionarse de las mejores formas, pero nunca hay que confiar demasiado en la suerte, en el preciso momento en el que pensé que regresaríamos a Volterra sin haber efectuado una masacre, pasó lo que de verdad esperaba que nunca me volviera a suceder, ahora si la perdería para siempre eso era un hecho.

Cayo, con su autoridad destrozo cualquier tipo de esperanza, por un segundo, pensé hacerle frente, pero la mirada de jane que paseaba de Tanya a mi, me quito esa idea de la mente, era tarde para Irina.

Ya nadie podía ayudarla, el siquiera intentarlo, hubiera dañado mas a mi amada.

La señal llego.

En un abrir y cerrar de ojos Irina dejo de existir, sucedió tan rápido, Irina ahora solo era una pila de cenizas a los pies de Cayo.



Después de un segundo se oyó el grito de Edward pidiendo que detuvieran a Tanya que se había abalanzado con la furia y el dolor crispando sus facciones, entre Edward y Carlisle lograron detenerla.

Kate por su parte no fue tan fácil.

El dolor que debían estar sintiendo, se me encogía el corazón al pensarlo, pero no era nada comparado con lo que yo sufriría si ella ya no estaba, era un pensamiento egoísta, pero era la pura verdad, de todas maneras no habría podido hacer nada, para ayudar a su hermana.

-Irina fue castigada por levantar falsos testimonios contra esa niña- dijo Cayo

Los testigos que habíamos traído para ver como se efectuaba la ley, soltaron varias expresiones de descontento.

Todos sabíamos que era necesario que Irina fuera masacrada para que hubiera un verdadero motivo para la batalla... una niña como renesmee no era un peligro para la nuestro secreto.


Del otro lado en las líneas enemigas pude ver como Carlisle trataba de consolarla y sentí unos celos horribles al verlo cerca de ella, dandole el apoyo que yo jamás podría darle.

Todos incluyéndome nos pusimos en guardia, la batalla podía desatarse en cualquier momento.


Los viejos lideres Vulturis se sorprendieron de la reacción de las hermanas, ellos esperaban que les dieran un motivo para empezar el enfrentamiento, estaba agradecido con los Cullen, por haberlas detenido.


- Me gustaría hablar con algunos testigos, por simple perfeccionismo- pidió Aro adelantándose unos pasos, como parte de su guardia tanto Renata Félix y yo lo acompañamos, cada paso que dábamos me acercaba a ella, pero eso no era un consuelo, no ahora.

Yo solo tenia en mente el salir rápido de ahí, pero no había forma de hacerlo, Aro aun no se había dado cuenta que no existía forma de iniciar una batalla sin que los vulturis se vieran despojados de si aura de integridad.

Después de los testigos a Aro no le quedo de otra más que admitir la derrota, sentí un enorme alivio, al saber que la dejaría, que el peligro había pasado.



Continuara....

1 comentario:

JulieRoCas dijo...

por supuesto ke me encanta!!! aaaaaaaa yo kiero a Tanya con Dimitri, sayonara a Balthazar jejejejee